Guardianas de la memoria

Cuando fusilaron a nuestro padre el mayor de los hermanos tuvo que huir a Francia. Así que mi madre se hizo cargo de siete hijos pequeños, una tía ciega y el abuelo. Éramos 9 en casa, aunque luego la más pequeña murió de tuberculosis.

Mi madre era modista, y nos pusimos todas a coser chaquetas. Éramos chaqueteras en Benimaclet, el barrio donde decenas de mujeres cosían para las fábricas textiles del centro de Valencia. Se cobraba por pieza y si no estaba bien hecha, no te la pagaban. A veces nos pasábamos toda la noche cosiendo. Esas noches, el delegado de la calle se ponía a escuchar tras la puerta por si estábamos conspirando. Cuando íbamos al colegio nos ponían en el patio y todas las niñas nos decían “rojas, rojas”, así que nos dejamos la escuela y estudiábamos en casa. Mi hermano nos enseñaba con libros y le ponía mucha voluntad. 

Mientras vivía nuestra madre, nunca fuimos a Paterna ni supimos en qué fosa estaba nuestro padre. Si preguntábamos por él, nuestra madre nos decía: "niña, calla!". Cuando llegó la democracia habían ganado los socialistas y ya nos atrevíamos a preguntar. Así que fuimos al Ayuntamiento a pedir información de la fosa porque queríamos saber dónde estaba nuestro padre. Era el año ochenta y dos cuando descubrimos que estaba en la fosa 63, aunque la certeza de que esté allí nunca la tuvimos. En aquel momento, sólo nueve familias quisieron poner dinero para la lápida, las demás no querían saber nada. Pusimos la foto de nuestro padre, pero las otras familias protestaron porque no querían que hubiera fotos y la tuvimos que quitar. 

Ya con una lápida tuvimos un lugar donde llorarle y llevarle flores el día de Todos los Santos.

Ahora hemos hecho la Asociación y ya tenemos la ayuda para poder exhumar y saber si realmente está ahí. Tienes que buscarte la vida- como si estuvieras en una falla- buscar a la gente, gestionar el dinero, etc. Como cada fosa hace lo que puede, no hay un banco de ADN público. Imagínate que ahora cuando abran no está, pero luego abren otra y podría estar allí.

Si lo encontramos, queremos enterrarlo con su mujer. Pero aquí en Paterna, debería quedar constancia con un Memorial y que se encargaran de ello las autoridades.