Guardianas de la memoria

Tengo 85 años y me acuerdo de muchas cosas.

Cuando fusilaron a mi abuelo nos enteramos por el yerno, que también estaba preso. Yo vine con mi abuela a buscarlo al cementerio, pero llegamos tarde. La casa de la Alcudia donde vivíamos fue requisada y unos familiares nos recogieron en Benetússer. Luego metieron a mi madre, a mi padre y a mi abuela en la cárcel y allí estuvieron cinco años. Yo iba a verlas a la cárcel ... escondidos en el pelo y en los zapatos, les llevaba mensajes. 

Entonces me llevaron a un Mas a Denia a vivir con otra abuela. Todos los meses venía la guardia civil y yo salía corriendo a esconderme en el monte. En la cárcel mi madre trabajaba en el economato para así poder darme algo de comer. Cuando por fin me reencontré con mi madre en 1945, a ella y a mi abuela las pelaron y las pasearon por todo el pueblo. Desde entonces todos los meses tenían que ir al cuartelillo de la Guardia Civil.